Seguramente alguna vez has escuchado: -“Mi hijo está con su madre 15 días seguidos, así que no voy a perder el fin de semana que pasa conmigo haciendo deberes, tampoco pienso reñirle para que se duche !Yo con él voy a compartir y pasármela bien”.
Seguramente los padres que asumen este razonamiento como una acción válida frente a sus hijos , no han pensado las implicaciones disarmónicas que ocasionan en la vida emocional de los mismos.
Seguramente no sabes que este razonamiento es una de las principales creencias emocionales que se activan en lo que yo he definido como el “Síndrome del Padre Turista”
El Síndrome del Padre Turista está caracterizado por un marcado antagonismo entre los padres, asumiendo posiciones radicalmente opuestas, roles muy diferentes y fáciles de identificar:
- El llamado “Padre Turista” que desarrolla la tendencia a realizar con el hijo acciones básicamente libres y divertidas, tales como juegos, paseos, regalos incondicionales, comidas en restaurantes infantiles, entre otras y también se desentiende de manera directa de las responsabilidades escolares del niño y en niveles más agudos del síndrome, presenta también desinterés por los hábitos de: aseo personal, alimentación y de descanso; estableciendo con el hijo, una especie de complicidad hacia el acto de “dejar de hacer lo que se debe hacer”. Es más probable de encontrar este rol del síndrome en el padre que en la madre, de igual manera es muy habitual encontrar el síndrome en parejas separadas y padres muy trabajadores, especialmente padres que pasan días fuera de casa trabajando (médicos, transportistas, conferencistas, comerciantes, etc), padres que regresan a casa muy cansados o tan tarde que solo tienen tiempo de compartir con el hijo el fin de semana.
- El otro rol del síndrome, mayoritariamente ejercido por la madre, es antagónico al anterior, ya que es la persona que debe asumir la supervisión de las responsabilidades escolares del hijo, como también sus hábitos de aseo personal, alimentación y descanso, transformándose en una especie de sargento mandón, que obliga al cumplimiento del deber.
Consecuencias del Síndrome del Padre Turista en la vida
emocional.
(NOTA: usaremos el supuesto del padre turista ejercido por papá y la figura de la sargento-mandona por mamá, para facilitar la comprensión, aunque dejamos claros que el síndrome también se puede presentar inverso).
En los Hijos:
- Se genera un desequilibrio muy marcado en la interrelación con los padres, a nivel de vínculos, imagen valorizada y aceptación.
- Como es menos estresante y mas divertido no hacer deberes, ni tener responsabilidades, empiezo como hijo a aceptar mas a papá que a mamá.
- Los hijos comienzan a valorar de manera idealizada y disarmónica la imagen de papá y mamá, asociando al primero con lo guay, lo divertido, “mi colega” y a la segunda como la mandona, la mala que no juega conmigo.
- Aunque mamá intente generar un cambio y buscar un balance en la relación, si el padre sigue asumiendo el rol del “Turista”, generará desequilibrios en la vinculación, porque el niño es victima de una descompensación energética afectiva, que no puede ser sustituida o cubierta solo por un miembro del sistema (la madre).
- Desmotivación escolar y problemas, por la ruptura de la rutina de trabajos escolares.
- Asociación del hecho escolar con algo ajeno a la diversión y el pasárselo bien, traducido en el lenguaje de los niños como “hacer deberes y estudiar es un palo”.
- Dificultades en la comunicación con los padres.
En la madre:
- Genera estrés ante la supervisión de deberes y hábitos del hijo.
- Sobre carga de responsabilidades, al tener que asumir sola acciones que deberían ser compartidas por la pareja.
- Desgaste emocional y “robo de tiempo”, ya que la madre tendrá que invertir parte de su tiempo libre en lograr que el hijo cumpla con aquellas responsabilidades escolares que no cumplió dentro de su tiempo con el padre.
Toma conciencia de cara al síndrome
En las parejas separadas, el Padre Turista suele estar convencido de que es justo lo que hace, racionalizando su conducta con el argumento de que como no vive con su hijo mucho tiempo, pues el poco tiempo que pasa quiere aprovecharlo al máximo para disfrutar de su hijo y de esta manera justifica su conducta, pero la realidad es que está cubriendo de manera inconsciente otros explicadores afectivos que posiblemente están presente, por ejemplo:
- Venganza hacia la madre, a veces incluso de manera aparentemente consciente, en terapia he tenido padres que dicen textualmente “que se joda la bruja esa”. Aunque en el fondo, el padre con esta actitud está siendo inconsciente del daño que está generando al niño.
- Falta de liderazgo en su hijo, para conducirle en la realización de los deberes. Ante esta situación, asumir el rol de padre turista es una forma de evadir la frustración que le genera la falta de liderazgo y la confrontación que se puede presentar al tener que lograr que su hijo haga los deberes.
- Cuando el Padre turista maneja el argumento “no perder tiempo de disfrute haciendo deberes”, está fomentando la creencia en el hijo de que hacer deberes no es compatible con un estado de bienestar, es como decir“para pasársela bien pues paso de los deberes” y si consideramos que la escuela es uno de sus pilares mas importantes en la vida del alumno, entonces estamos saboteándole descaradamente su vida escolar, le estamos enlodando su presente. Luego se quejan de que el niño no quiere hacer deberes y estudiar, sin darse cuenta que ellos mismos están fomentando esta conducta.
Vale, tengo el síndrome ¿Qué hago ?
En la próxima publicación te daré ideas para superar la situación, sin embargo ya estas generando un cambio a partir de la toma de conciencia, es tu primer paso hacia el cambio, aceptar que estas viviendo esta situación y despertar conciencia hacia el cambio. Te espero en la próxima
publicación… Adeu
PD: Si te ha gustado, recomienda su lectura, o mándanos tu comentarios, o las dos cosas.
Un comentario en “El Síndrome del Padre Turista”